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viernes, 11 de julio de 2014
Muy diferentes son las poblaciones de La Rioja que celebran al santo y una de ellas es en San Asensio, que vive su particular batalla, haciendo protagonista de la misma al producto vitivinícola más importante de este pueblo y su zona: el vino clarete, un tipo de vino fresco y joven. Si bien hay que indicar que esta fiesta se traslada siempre al fin de semana, el más cercano al día de Santiago (25 de julio) siendo su escenario el llamado barrio de las Bodegas y las 13.00 horas, las marcadas para su inicio.
Esta cita anual ha sido declarada, este mismo año, como Fiesta de Interés Turístico Regional por “ser una tradición asentada, que atrae cientos de visitantes a la zona cada año y que, además, se ha convertido en seña de identidad de la localidad riojana, dentro y fuera de nuestra región”, en palabras del presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja, Pedro Sanz, sin olvidar que la misma sirve “para dar a conocer las 300 bodegas centenarias que se han venido recuperando y que algunas de ellas tienen fijada, su fecha de nacimiento, en el siglo XVII”.
Una tradición que nació en 1977
Esta peculiar forma de tratar el vino, es decir arrojándoselo uno a otro y al final, en un todos contra todos, nació en una noche de 1977 y de una forma totalmente casual, cuando un grupo de peñistas empezó, como broma, a lanzarse vino en el trascurso de un almuerzo festivo.
Lo que comenzó como una “lucha espontánea” con el clarete como único elemento arrojadizo ha ido perfeccionándose con los años hasta convertirse en lo que es en la actualidad: una gran fiesta en la que se celebra una batalla en la que los protagonistas utilizan todo tipo de herramientas, desde las sulfatadoras a las mangueras, desde las pistolas de agua/vino a los botijos, desde los cubos a las botellas desde las garrafas hasta el cañón que dispara el vino a más de 300 metros… hasta agotar los no menos de 30.000 litros de vino que son donados por las cooperativas y bodegas de la zona y que se reparten gratuitamente entre todos los guerreros que muestran la valentía de entrar en este campo de la batalla.
Una batalla y bastante más
Obviamente la trascendencia que va teniendo año a año esta Batalla del Clarete le sirve al Ayuntamiento de San Asensio para promocionar su localidad y su principal producto: el vino, por lo que, junto a la zona de la contienda, se colocan unas carpas en las que se expone una muestra de los vinos de la localidad y en las que se lleva a cabo el reparto de los llamados ‘bollos preñados’ (tradicional bollo que lleva en su interior chorizo en lo que es un bocadillo típico de diferentes localidades de esta región) que se acompaña de un jarrito de vino como obsequio conmemorativo de la jornada, sin olvidar las catas de vino gratuitas.
Además, la Batalla del Clarete, es la disculpa ideal para ofrecer a autóctonos y visitantes, una amplia oferta cultural durante todo ese fin de semana en San Asensio, por lo que no faltan las verbenas populares, los concursos de pinchos, las exposiciones, el apreciado festival musical Clarete Rock o las tradicionales “vueltas” que diferentes danzadores de distintos grupos danzan por las calles del municipio hasta la Plaza Nueva donde se celebran su anual Festival.
San Asensio ha sabido ir consolidando su cita anual con el mundo del vino en el que el clarete es el elemento arrojadizo, congregando en esa jornada a los conciudadanos, riojanos o turistas no solamente nacionales, sino a curiosos procedentes de China, Japón o Estados Unidos, en torno al Cerrillo Verde, una zona de la localidad que alberga unas 300 bodegas centenarias, algunas de ellas de hace ya cuatro siglos.
La Batalla del Clarete nació en 1977 en una localidad riojana que cuenta con 1.238 habitantes y que centra su actividad económica en la viticultura, elaborando vinos de calidad dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Considerada y por ello reconocida como la “cuna del clarete”, para asentar esta “nominación no oficial”.