La tradicional noche de
Reyes tiene un color, calor, y luz y olor característico en Elche,
porque después de la habitual cabalgata con los Reyes Magos desfilando y
arrojando caramelos a los niños y mayores que salieron a su encuentro,
se produce la casi extinta
quema de hachas o atxes.

Los
niños agitan verticalmente estas antorchas y las hacen bailar en el
aire con la intención de guiar a los Reyes Magos para que no los dejen
sin regalos. Tradicionalmente esto se hacía en la puerta de las casas de
cada uno para guiar hasta allí a sus majestades de oriente, pero en la
actualidad se les prende fuego después de la cabalgata en el propio
centro de la ciudad (especialmente Reina Victoria y alrededores).
Las
antorchas se realizan artesanalmente y con materiales naturales
procedentes de las palmeras (palma seca y cedazos) y se venden en
diversos puntos de Elche los días previos a la noche de Reyes. La
quema de las hachas es una tradición que realizaban nuestros padres y
abuelos, y que hasta hace pocos años se había perdido, aunque parece que
en la actualidad se quiere volver a instaurar.
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