Cientos de personas acompañan a los habitantes del municipio en una
jornada festiva que nació hace veinte años y que se ha convertido en uno
de los acontecimientos más esperados de la comarca, ya
que es uno de
los pocos municipios donde se puede comprar mosto cien por cien
artesanal.Tras la vendimia, los vecinos aportan parte del mosto obtenido
a la antigua usanza y embotellado en garrafas para repartirlo durante
la fiesta. Comienza en la plaza del pueblo una verbena que dura hasta
altas horas de la madrugada y en la que se
ofrece al público el mosto
recién fermentado, acompañado de uno de los platos más típicos y siempre
ligado al mosto, las migas.
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